Las hadas madrinas del siglo XXI reciben el nombre de wedding planner: un concepto importado de Estados Unidos y que nace como consecuencia de la falta de tiempo que tienen las parejas para organizar y coordinar perfectamente cada aspecto de su boda.
Poco a poco este servicio se fue profesionalizando y en países como Estados Unidos e Inglaterra se han convertido en imprescindibles. La contratación de un wedding planner es una garantía de éxito en la celebración de la boda, evitando muchos nervios y sobresaltos a los novios, permitiendo a la pareja y a sus invitados disfrutar de un día inolvidable.Esta profesión entró en España alrededor del año 2000, aunque hoy en día todavía existe un gran desconocimiento acerca del concepto y en qué consiste. El motivo principal es que los organizadores de bodas o wedding planner son prácticamente unos desconocidos para la mayoría, o bien su trabajo está infravalorado por culpa de una serie de prejuicios e ideas erróneas preconcebidas.
Wedding planner, son profesionales que ayudan a los novios a planificar, gestionar, diseñar y coordinar su boda acompañándolos durante todo el proceso hasta el mismo día del evento. Se encarga de organizar las bodas en función de los gustos de sus clientes. Es también un consejero para los novios. Los novios deciden su presupuesto y el tipo de boda que quieren tener y el wedding planner la organiza a su gusto. Es como un asistente personal que se encarga desde el tipo de ceremonia que se va a celebrar hasta detalles más pequeños como repartir arroz a la salida de la iglesia.
Un wedding planner habla con proveedores (fotógrafos, restaurante…) para ahorrar tiempo a sus clientes sin olvidar los gustos de los mismos.
Llegado el gran día, los wedding planner serán los encargados de que todo se coordine a la perfección: la ceremonia, el catering, las fotos, la llegada de los invitados, el protocolo…….Su tarea será que todo esté a punto para que no tengas que preocuparte de nada y tu boda sea simplemente ¡perfecta!